Páginas

8 de septiembre de 2018

ESCUCHANDO EL SILENCIO

Esta tarde me encontraba un poco agobiado y  me he ido un rato a la iglesia del Villar.
Todo estaba en silencio. Me he sentado en uno de los bancos y he intentando conversar con
Dios.  No se me ocurría nada interesante que decir y he optado por callar e intentar oír dentro
de mí, pues Dios estaba allí y no necesita que nosotros le demos conversación. He estado así
un rato y, en verdad que no he oído nada. Simplemente he notado que, al cabo del rato, ya no
estaba agobiado, me había relajado. Me ha parecido bien y he pensado que Dios nos ha creado,
que es nuestro Padre y que, como tal, quiere que acudamos a El aunque no le digamos nada.
Quiere que estemos con El, como cualquier padre quiere estar con sus hijos....
Es una tontería, pero volveré más veces. Dios no necesita de nosotros, pero nosotros de El, sí.
Y, aunque no digamos nada, quizá si escuchamos el silencio de nuestro interior, seguro que
nos marchamos mejor que cuando llegamos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario