Páginas

3 de marzo de 2018

COMENZANDO A MORIR

Me gusta comentar las experiencias que voy sintiendo en mí mismo y he tenido una que
me ha llamado mucho la atención.
Todos estamos de acuerdo en que hemos nacido desnudos y que cuando muramos, hasta el
cuerpo hemos de dejar aquí.  Sin embargo, cómo duele tener que despojarse de algo que has
tenido y que ya no puedes atender porque te faltan fuerzas o porque ya no te es suficientemente
rentable. Sobre todo si es algo que te trae recuerdos.... Yo he tenido que desprenderme de alguna parte del patrimonio porque se me hacía demasiado trabajoso el mantenerlo y, aunque me he sentido
aliviado, me ha dejado una sensación de insatisfacción conmigo mismo muy grande.
Sé y, más de una vez lo he comentado, que la propiedad pasa de unos a otros, que no es posible ni
conveniente acumular muchas cosas por el afán de tener... Es peor a la hora de ir dejando, sabiendo
que ya no las vas a utilizar tú.  Me imagino que esto nos ocurrirá a todos; pues, si todos nos
hemos esforzado por mantener y aumentar nuestro patrimonio de bienes materiales,  a todos
nos tiene que doler el ir dejándolos.
Me imagino que este es el paso por la vida: nacemos, trabajamos, y nos deprendemos hasta de nuestro cuerpo muriendo aquí para seguir viviendo nuestra alma.
Cierto que aquí hay una gran lección que aprender: si nos esforzamos por conseguir aumentar
nuestro patrimonio terrenal... ya vemos lo que pasa. Nos quedamos sin nada. Sin embargo,
si nuestro espíritu sigue viviendo....,  vamos a dar preferencia a lo que puede fortalecer a ese
espíritu y vamos a intentar hacernos un pequeño  gran patrimonio espiritual, que es el que  por más
tiempo vamos a usar.
Hagamos caso a Jesús que dijo: No os afaneis por los bienes materiales, que los roban los ladrones
y los corroe la polilla; afanaos más bien por aquellos que son para siempre.
¡Qué curiosa es la vida que, mientras nos sentimos fuertes, no entendemos estas cosas y, al final,
cuando nos fallan las fuerzas, no tenemos más remedio que aprender la lección!

No hay comentarios:

Publicar un comentario