Páginas

28 de febrero de 2018

UNA TARDE FRÍA DE INVIERNO

Una tarde realmente fría. La casa , caliente.  Cansado de ver la televisión. Un momento
propicio para la melancolía y la meditación.
Siento el contorno de mi cuerpo y noto sus límites, su frontera con todo lo demás.
Estoy aislado de todo lo que me rodea. Soy yo y lo demás. Es una sensación rara:
mi cuerpo me aísla del resto del mundo. Me muevo como flotando entre las cosas, ajeno
a todas ellas como un extraño.
Dentro de mí, sin embargo, tengo una fuerza que quiere salir de estos límites y contactar
con el interior de todo lo que me rodea. Me produce bienestar, tranquilidad, relajación...
Y está dentro de mi cuerpo, como rebosando fuera de él....
Pienso en lo pequeño que es nuestro cuerpo. Delimita nuestro espacio vital. Soy yo. Así
de pequeño e insignificante. A mi alrededor, millones como yo, tan independientes y con
esa misma fuerza interior queriendo rebasar sus límites.... igual que yo.
Estoy bien, pero quiero más. Y no es dinero, ni salud, ni cariño, ni placeres.... No sé lo qué
es, pero  quiero más. Y eso que deseo parece que es lo que realmente me satisfaría, me
haría feliz....
Es una tarde propicia para la meditación y estos son mis pensamientos, mi cuerpo y mi alma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario