Páginas

24 de febrero de 2018

ENTES Y CONCEPTOS

¿Es posible que la edad nos vuelva tan reflexivos?.... Pues, ¡Bendita edad!
Estoy pensando en las malas jugadas que nos hace nuestra mente:
 Concebimos  el tiempo como un ente plano sobre el que todo se desenvuelve, cuando en realidad   es  un concepto ideado para contar de alguna manera el cambio de las cosas. Si no hay modificación y todo queda estático, no hay tiempo. Por eso el tiempo es un concepto inventado, pero no es ningún ente o ser.
Tenemos el alma, que nos parece un concepto, debido a que no la vemos, a pesar de que sentimos   sus efectos; pero, como no la percibimos por la vista , nos parece un concepto en vez del ente real que es.
En cambio, la materia sí la consideramos como un ente; y lo es, a pesar de que lo que nosotros vemos es el movimiento de la materia.
Lo dicho hasta aquí, no tiene mayor importancia. Es bastante evidente.

Sí podemos, partiendo de estas evidencias, profundizar un poco en, por ejemplo, el alma.
El alma, según San Agustín, es una sustancia que está afectada por el tiempo y no por el espacio.
Es una sustancia o ente espiritual que tiene cambios: aprende, siente, relaciona, selecciona, vivifica
al cuerpo, tiene cambio de humor, está contenta, triste....Sin embargo, no está afectada por el espacio:
No está en una parte determinada del cuerpo. Está en todas y cada una de las partes del cuerpo, sin estar más o menos en unas o en otras.  Cuando ya no vivifica al cuerpo, por las circunstancias que
sean, el alma sigue existiendo, como ser que es, con esa misma sustancia espiritual, que sí es afectada
por el tiempo; es decir, que sigue teniendo cambios. Sigue existiendo, viviendo,  realizando todas las funciones que tiene mientras está dando vida al cuerpo material.... Por lógica, sigue siendo libre y mereciendo o desmereciendo. Por tanto, sigue teniendo una vida paralela a la que ha tenido cuando estaba vivificando al cuerpo, pero sin la limitación que supone la materia. Es decir, ejerciendo todas sus facultades  directamente, sin otro límite que el de su propio ser.

El cuerpo, en pero, queda como lo que es: ente material inerte que, junto con el alma,  es uno de los componentes del concepto persona, del ente yo.



No hay comentarios:

Publicar un comentario