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9 de marzo de 2015

EL VALOR DEL SACRIFICIO

El sacrificio es el esfuerzo que hacemos para conseguir un beneficio mayor, venciendo nuestros
propios gustos, intereses o comodidad.  Es, por tanto, un acto de superación ya que la finalidad es el conseguir un mayor beneficio a costa de nuestros gustos, nuestros intereses, comodidad....
Un atleta, se va superando con el entrenamiento diario, un niño ,  con el estudio y el juego....
En el sacrificio hay que tener en cuenta : el esfuerzo, la finalidad y el objeto de cambio.
El esfuerzo: es una acto que nos supone  más o menos trabajo el realizarlo; pero, trabajo en definitiva.
La finalidad: puede ser para conseguir beneficio físico,personal,  espiritual, económico, social....
La moneda de cambio:  físico, personal,  espiritual,  económico, social....
De estos tres elementos, el más importante es la  finalidad, el qué pretendemos a cambio.
Podemos pretender mejorar nuestra forma física para conseguir mejores resultados en una competición que tenemos; para mantenernos con mejor salud. Podemos pretender aumentar nuestros conocimientos, aumentar nuestra fuerza de voluntad, mejorar nuestro carácter....
El sacrificio es algo siempre positivo ya que lo hacemos para conseguir un mayor beneficio a cambio.
La moneda de cambio: es algo fugaz pero que, con la repetición, nos hace superarnos a nosotros mismos e ir consiguiendo esa mejora que pretendemos.Esto que, a nivel físico lo vemos evidente (hago ejercicio de pesas y mejoro mi musculatura, ejercito mis piernas y consigo mayor velocidad al correr...). A nivel personal, el beneficio es mucho más importante ya que esa repetición de pequeños sacrificios crea en nuestra personalidad un montón de tendencias beneficiosas que nos hacen mejorar constantemente nuestra personalidad ( somos más seguros de nosotros mismos, más constantes en lo que deseamos, más amables, más humildes...). Evidentemente que, cuando el sacrificio está orientado a un plano espiritual, el beneficio es exponencial ya que, el esfuerzo es temporal, fugaz; la moneda de cambio sigue siendo física, personal, económica, social..., pero la finalidad está en el mismo Dios. Por eso el beneficio ya no es de una sucesión de pequeños sacrificios. El beneficio es en  cada uno de esos pequeños sacrificios, ya que son realizados para Dios y es el mismo Dios quien lo valora y nos agradece el detalle. Un acto de fe en Jesús curaba a los enfermos, al buen ladrón le valió el Paraíso,
el consentimiento de la virgen María a la voluntad de Dios, nos valió la redención de toda la humanidad, culminada con el sacrificio de Cristo en la cruz.
Un pequeño detalle a Dios y lo tenemos todo a cambio.
Señor, nos estamos sacrificando tanto  por cosas sin importancia y a Tí  no te damos ni las migajas de nuestra vida. Perdona nuestra ignorancia y gracias, Señor.por tanto a cambio de tan poco.

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