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20 de septiembre de 2013

¿EL MAL?


Dios es la bondad. Ha creado todo cuanto existe. Luego, no ha podido crear el mal.
Sin embargo, al final del Padre nuestro decimos : "... no nos dejes caer en la tentación y
 líbranos del mal ". Por lo tanto, es algo que existe como una realidad no creada por Dios.
Si todo lo creado por Dios es bueno y Dios ha creado todo cuanto existe, la conclusión es evidente:
Todo cuanto existe es bueno. Y sin embargo, Jesús nos enseña que cuando oremos digamos :
"...líbranos del mal."
¿Qué es el mal y de dónde procede?
Cuando Dios creó a lo ángeles les concedió la gracia de la libertad de decisión. Algunos ángeles
la usaron correctamente y otros abusaron de ella, siendo castigados por Dios.
Cuando Dios creó al hombre le concedió también la gracia de la libertad de decisión.
En el Génesis se cuenta que el hombre cayó en la tentación, es decir abusó de su libertad y fue
castigado por Dios.
El principio del mal, por tanto, está ahí: en el abuso o mal uso de la libertad que Dios nos ha dado.
Dios es justo y si castiga es por algo que es malo y responsabilidad de alguien (en estos casos, 
de algunos ángeles y del hombre). Si los ángeles no hubieran tenido libertad, no hubieran sido
responsables de sus actos. Igualmente, si el hombre no hubiera tenido libertad, tampoco hubiera
sido responsable de sus actos.
La tentación en sí no es mala. Jesús tambien fue tentado. La tentación nos da oportunidad para
no caer en ella y conseguir méritos espirituales y materiales. Luego, en sí no es mala.
Cuando usamos correctamente nuestra libertad, Dios nos premia y nuestros merecimientos
aumentan.
¿Cuándo usamos correctamente de nuestra libertad?
El hombre cuando nace tiene en su ser lo que se denomina la moral natural, es decir, nace con
unos principio de lo que está bien y lo que está mal. Según va desarrollándose se va haciendo
consciente de estos principios básicos. Su libertad de decisión debe inclinarla hacia el bien, según
estos principios innatos en cada persona.
Además de estos principios, tenemos los mandamientos, donde discernimos más perfectamente
lo que debemos hacer usando nuestra libertad (Ama a Dios, Ama a tu prójimo...).
Las leyes sociales..."dad al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios". Son normas
de obligado cumplimiento, que no contemplan la libertad de la persona como persona  y no entran
 en este tema que estamos tratando ahora.
Esta es mi forma de pensar. Respeto a cualquiera que tenga otro razonamiento y me gustaría
conocerlo. Siempre se sacan cosas nuevas y útiles contrastando opiniones.
Estos comentarios que presento, a mí me están ayudando mucho; puesto que me sirven para
ordenar un poco mis creencias y mi vida. Confío que a vosotros que los leéis, también os  sirvan
de bien. Si así es, para mí es una gran satisfacción.
Según lo expuesto, el mal no sería un ser, sino una actitud.  Mas, una actitud de un ser responsable.
¿Es posible que haya alguien con una actitud así, contraria a Dios y de forma permanente? ¿Que estén
tan obcecados que consideren al bien como su contrario permanentemente? En este caso, esa actitud
mala estaría afectando al ser responsable de tal actitud y, por tanto, reprobado por Dios. El mal
pasaría a personalizarse en un ser, un ser malvado y castigado por Dios a causa de su infidelidad.


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